Que puede decirse más, de lo que ya se conoce.
Hoy en día ya no se puede esconder la Verdad, la íntima relación existente entre los Ángeles que figuran en todos los Libros Sagrados de todas las culturas.
Así como en el pasado de la historia del hombre han intervenido, del mismo modo en el presente, más activos y presentes que nunca, intervienen.
¡El Problema Básico reside en el hombre!
En la poca inteligencia que le queda para poder relacionar sin ningún trauma la realidad del pasado, a la realidad del presente.
Realmente es impensable, resulta inaudito, casi de chiste que hoy, con todos los avances y con toda la amplitud de mente que se dispone, aún se continúa a negar lo evidente.
Textos como el siguiente no pueden ser dejados a un lado, porque claramente hablan de otros Seres, organizados, ayudantes, benévolos, que acompañan a los hombres y mujeres del Planeta Tierra.
Tú, ¡oh Yahvé! eres único; tú hiciste los cielos y los
cielos de los cielos y toda su milicia; la tierra y cuanto hay en ella; los
mares y cuanto en ellos hay; tú das vida a todas las cosas, y los ejércitos de
los cielos te adoran.'
(Nehemías 9,6)
Tú en columna de nube los guiaste de día, y en columna de
fuego de noche, para alumbrar el camino que habían de seguir.
(Nehemías 9,12)
Los sustentaste por cuarenta años en el desierto, y nada les
faltó, y no se envejecieron sus vestidos ni se hincharon sus pies.
(Nehemías 9,21)
Los carros de Dios son miríadas, y más miríadas de
ángeles. El Señor entre ellos, como en Sinaí, así en el santuario.
(Salmos 68:17)
No se debe creer que estas Milicias, estos Ejércitos de los Cielos, estos Carros de Fuego de Dios, no son mitos o leyendas. Son realidad, están presentes siempre y se muestran cuando lo creen oportuno.
Realmente los Seres humanos de la Tierra, no saben con seguridad las capacidades y posibilidades que las Milicias de Dios, o si prefieren llamarles "ufo" "ovnis" "bolas luminosas" o de otro modo, tienen.
Son capaces de muchas cosas para el bien del prójimo y de esa manera siempre lo han demostrado, a pesar de la terrible conjura en contra de Ellos.
En el pasado lo dejaron claramente referenciado en los textos sagrados, que pocos meditan, y que pocos creen.
Por ejemplo el Encuentro con Moisés, que desde muy pequeño ya fue programado para realizar la Misión de Liberar al Pueblo seleccionado de la esclavitud del Faraón, porque las estirpes faraónicas habían degenerado completamente, y ya no eran las mismas del Comienzo de esta Generación.
Así pues es recomendable leer como se narra el encuentro con Moises, como la Montaña "ardía en su cima pero sin quemarse".
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Al igual una clara evidencia de que Ellos
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| MOISES-.PASO.MAR.ROJO. |
Igual de aconsejable es leer Ezequiel, que desde el comienzo y de una forma muy clara, habla del Encuentro personal que tubo en las orillas del río Quebar.
No solo describe los "carros de fuego", los "objetos" que vio, sino que describe también cómo iban ataviados los ocupantes que salieron al exterior, y que él mismo pudo ver, y recibir instrucciones de todo aquello que más tarde realizó.
A Moisés, incluso se le dieron instrucciones para realizar determinados "abalorios", pero "abalorios" con funciones bien precisas. Unas funciones dedicadas a las defensas, otras claramente como instrumentos de conexión y otras de protección antes de entrar Al Tabernáculo en donde se encontraban con estos maravillosos Seres.
Recibió clarísimas instrucciones para construir la llamada, Arca de la Alianza, que era un dispositivo de defensa contra los violentos pueblos y tribus que existían en aquellas épocas.
Tan concretas son estas Instrucciones que además de la construcción del Arca, que mas tarde sería abastecida por estos Evolucionadísimos Seres con determinados terminales operativos, pues bien además de ésta, le dieron instrucciones para construir El Propiciatorio, (cubierta especial), Los Querubines (Condensadores), La Mesa (Aislador Eléctrico), El Candelabro (Antena luminosa), El Habitáculo (Zona de posamiento), La Vestiduras Sacerdotales, compuestas de Pectoral, El Edof, La Sobretúnica, La Diadema, (eran las ropas necesarias con materiales específicos para permitir el aislamiento de la tensión del Arca), La Pila de Bronce (pila lavatoria con agua cargada para eliminar toda electricidad estática al entra y al salir), incluso les concedieron sustancias curativas como Óleos de Unción, y especificamente El Timiama (Ungüentos Antisépticos también para evitar contagios de enfermedades).
Todas estas instrucciones las recibió durante los 40 días que pasó sobre la Montaña del Sinaí que ardía y ardía a los ojos del pueblo, pero que no se consumía ni humeaba.
En varios libros de la Biblia, se repite a modo de confirmación está historia de Salvación perteneciente a tiempos ancestrales.
Está también narrada la historia de Elías, cómo fue arrebatado al cielo, por un misterioso "Carro de fuego" que lo transportó para dejarlo en una ciudad, todo esto en presencia de Eliseo. 
En el Monte Carmelo, en un santuario en el cual honoran a Elías hay un fresco muy significativo en una de sus estancias.
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Elias ante el Señor-Dios
pintura de la cupula
del Monasterio de Monte Carmelo
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La realidad es que hoy en día, con la facilidad de comunicación y con la apertura de ciertas mentes al menos ya se ha reconocido públicamente a través de la Prensa Internacional.
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